El término ‘Economía Circular’ empieza a escucharse cada vez más. Lo usan activistas, administraciones públicas, medios de comunicación e incluso emprendedores. Pero, ¿qué significa y en qué se basa? Hoy queremos hablaros de él y de la relación que tiene con el zero waste.
ECONOMÍA CIRCULAR vs. ECONOMÍA LINEAL
Antes de meternos de lleno en la definición de la Economía Circular, nos gustaría detenernos un momento en el término “Economía Lineal”, pues es el modelo en el que actualmente está basado nuestra sociedad.
La Economía Lineal es un sistema económico basado en la extracción de recursos naturales para la producción de materiales que, a su vez, servirán para fabricar productos que serán consumidos, usados y, finalmente, desechados.
En cambio, la Economía Circular es un sistema económico basado en la reutilización de los recursos y productos ya existentes de forma continua, sin llegar nunca a desecharlos. En este sistema se intenta minimizar al máximo la fabricación de nuevos productos pero, cuando se produce, se tiene en cuenta su impacto medio-ambiental (por ejemplo, hacerlo usando materiales biodegradables, reutilizar materiales en la fabricación del mismo, etc.).
Si queréis saber un poquito más sobre la Economía Circular, os recomendamos este video:
El Sistema Lineal es el que ha llevado al planeta a la situación actual: los recursos naturales están completamente sobre-explotados y existen cantidades ingentes de residuos amontonados en vertederos que, como sociedad, somos incapaces de gestionar. Es por eso que cada vez se oye hablar más de la necesidad de pasar a una Economía Circular, basada en la reducción de la cantidad de residuos que generamos y en la reutilización de los productos y materiales ya existentes.
¿CÓMO PASAR DE UNA MENTALIDAD LINEAL A UNA MENTALIDAD CIRCULAR?
Esa es la pregunta del millón. Pero, si te paras a pensar un momento, verás que no es tan difícil como parece. Aquí van algunos consejos:
Deja de utilizar productos de usar y tirar (las maquinillas de afeitar, las botellas de plástico, etc.) y pásate a productos que puedan reutilizarse hasta el infinito.
Compra de forma más consciente y evita las compras compulsivas. Muchas de las cosas que compramos de forma compulsiva acabamos por no necesitarlas o no quererlas y, por tanto, es más probable que nos queramos deshacer de ellas.
Cuando quieras deshacerte de algo piensa en venderlo (usando apps como Wallapop), donarlo o regalarlo antes de desecharlo. De este modo darás una segunda vida al producto.
¡Esperamos que os vaya sido de interés!
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